Academia de Ciencias Matemáticas, Físico-Químicas y Naturales


Cierre del acto de ingreso en la Academia del Ilmo. Sr. D. José Olivares Pascual realizado por el Excmo. Sr. Presidente de la Academia



Las tentaciones simplificadoras

Por brevedad vamos a enmarcar en cuatro paradigmas la situación de nuestra Sociedad en un mundo que evoluciona tan rápidamente que la historia tiene desgraciadamente poco predicamento y ya sólo queda en la práctica el discurso de la Ciencia como referente de los comportamientos.

El paradigma televisivo (la realidad como espectáculo)

Denomino de esta guisa a más del 50% de los contenidos televisivos vespertinos, dedicados a la exposición de opiniones que muestran la imagen más primitiva del hombre. Se trata de programas que degradan al espectador por su deplorable nivel intelectual y moral. Presentan conductas y personajes muy alejados de los patrones de referencia necesarios para orientar a la Sociedad. La TV basura parece tener por lema todo por el dinero y nada por la utopía o la cultura. Es triste y preocupante pensar en la posibilidad que se está perdiendo de educar a la población con este excelente medio de ilustración, que debería constituirse en la gran “Universidad abierta”.

El paradigma ecológico (huida de la realidad)

El mundo esmeralda idolatra al buen salvaje, pero es un ejemplo extremo de la vida del hombre en comunidad con los animales. Las grandes familias de simios viven exactamente así. No parece serio considerar que ese es un orden adecuado en el que sentirse libres. El mundo feliz sobre esta base, no sólo es utópico, es realmente el suicidio colectivo como especie, desde el punto de vista científico.
El crecimiento exponencial del número de individuos (en su etapa actual) explica que los comportamientos válidos para el ayer (tribus aisladas de unos cientos de miles de cazadores y recolectores y la posterior sociedad agraria y ganadera, con cientos de millones), no sirven para el hoy (sociedad industrial y tecnológica, 7000 millones de habitantes) y mucho menos pueden servir para el mañana (10.000 millones de habitantes). La fórmula óptima para resolver problemas mundiales, en particular el crecimiento exponencial de la población, reside en la educación, especialmente de la mujer. La educación de toda la población mundial requiere esfuerzos gigantescos y, en todo caso, mucho más tiempo y muchos más medios que los dedicados.

El paradigma de las evaluaciones

En la actualidad la evaluación de los profesionales de la educación y de la investigación, incluso de las Titulaciones, etc., parece el deporte nacional. Este proceso tiene poco sentido, dado que las personas deben haber sido seleccionadas previamente por concurso público y los planes de Estudios de las Titulaciones tienen otros responsables. Pero en definitiva, la burocratización que esto supone llena la Universidad de un preocupante “ruido de fondo” que no deja escuchar las voces que reclaman más rigor, exigencia y especialmente medios para no frustrar y desaprovechar a los mejores. La Sociedad debe exigir y la Universidad debe optimizar una docencia mejor y una investigación más responsable con la Sociedad. Durante los próximos 5 o 10 años difícilmente se podrán incluir en el “estatus” profesional, docente e investigador universitario, los mejores expedientes de cada carrera. Esto, junto a la enorme bolsa de extraordinarios profesionales españoles en el extranjero constituyen el autentico “handicap” para lograr el rejuvenecimiento y mantenimiento de la calidad de la educación e investigación universitaria. Mientras hay países que nadie puede ser Investigador o Profesor donde hizo su Tesis doctoral, aquí en la práctica se llegó al extremo opuesto.

El paradigma de la Sociedad global

La sociedad y la Ciencia deberían dedicar sus mejores esfuerzos a plantear y resolver los problemas globales que están apareciendo. Estos problemas son importantes para el presente y, en especial, para el futuro de la humanidad, si se quiere cumplir el postulado de una Sociedad Sostenible, universal en el tiempo y en el espacio.
Nuestra Biosfera no admite soluciones locales (en política estas son las de corte nacional). La Tierra soporta a sus habitantes, como el Arca de Noé. Los problemas que aparecen son mundiales y se deben resolver globalmente. En la actualidad se intentan resolver con soluciones competitivas (la solución para una nación estriba en impedir o hurtar la solución a otra). La Energía, la Alimentación, la Sanidad y la Educación son pilares de la nueva Sociedad y deben habilitarse para ellos soluciones que sirvan, se apliquen y se utilicen universalmente, es decir, en todos los países. En esta tarea, la Educación para que la Sociedad democráticamente sepa elegir acertadamente su destino y a la vez sea responsable en su elección, es también una condición previa.
Es urgente, para lograrlo, desterrar cantonalismos e intereses de clan, sea familiar, regional, autonomista o nacionalista, miopes. La tarea es inmensa y lenta, no se puede resolver, sino se utilizan todos los posibles medios para la formación a tope (TV, Institutos de Enseñanza Media, Universidades, etc.). Los descubrimientos se suceden a ritmo exponencial, el aprendizaje se realiza con un ritmo lineal, por esto existe perentoriedad social de utilizar los medios globales de la educación y, por lo tanto, de alcanzar rápidamente la nueva Sociedad de la información (TV, radio, Internet...).
El número de personas que componen el planeta Tierra es tan enorme que a veces se tiene la tentación de plantear el problema desde un punto de vista científico, incluso como sistema, preguntando si su comportamiento es ergódico. Cualquiera que sea la respuesta, es decir, la evolución de la Sociedad hacia el orden o desorden habrá que buscar los atractores y cuencas de atracción de la nueva Sociedad. Pero, en la “nave Tierra”, la vida sigue evolucionando y las consecuencias de las acciones del hombre siguen interaccionando fuertemente sobre la misma. El cambio del clima, por ejemplo, ya se ha detectado científicamente (en los modelos de clima más sencillos, la temperatura T representa el clima y esta ha aumentado en 0.5 grados en media). ¿Esto es mucho para los científicos? Pues sí. En efecto, un aumento en la temperatura media de la Tierra, de 3 a 5 grados, representa en la práctica un cambio glaciar, como los sucedidos hace millones de años, pero utilizando tiempos de evolución de un centenar de años. Incluso este aumento de medio grado, según un artículo científico aparecido en Diciembre del 2003 tiene como resultado, que los hielos marinos y glaciares se fundan, el “permafrost” se derrita y la tundra ceda terreno a los arbustos. ¿Cómo afectaran estos cambios al Ártico y al planeta entero? Parece ser según los científicos que, si el actual derroche de energía sigue, se está gestando cambios más brutales que los habidos en la época de los glaciares, dada su mayor rapidez (se producirían en unos cien años).
La energía es el soporte de cualquier Sociedad avanzada. De las fuentes propias y de la forma de su producción va a depender el nivel de un país. Es fácil caer en la tentación de discutir en el plano “democrático y popular”, qué fuentes son las más convenientes, si la energía nuclear, las térmicas de carbón o petróleo o bien las centrales de ciclo combinado, por no decir las basadas en fuentes de energía renovable. Hay incluso colectivos que enfrentan haciendo gala de pensamiento bidimensional, los Parques o parajes Naturales (reservas de la Biosfera, principal colonia de “pinsapos” de Europa, etc.) con las centrales eléctricas.
El resultado, en el caso de seguir en la línea de pensamiento de las naciones - guarida, ya se aprecia: 10 años de Conferencias de las Partes, Acuerdos de Kioto, con referencia a la producción de CO2 que no terminan de firmarse, etc. Hay ya que dejar de discutir sobre lo que no se sabe y también sobre lo que se sabe. El problema de conocer el camino a seguir es difícil, pero los mojones de identidad son fáciles de reconocer:
  • La solidaridad, que se encarna en el respeto a las libertades.
  • La educación de los pueblos que permite al hombre ser verdaderamente libre. La educación humana y especialmente la científica, debería ser universal.
La educación no sólo constituye la forma adecuada de estar en la sociedad, es la forma más integral y humana para vivir y participar en la Sociedad.
Hace falta que desaparezcan los señores de la guerra y también los señores que imponen con violencia la paz (es trivial la contraposición con la guerra). La sociedad está cada vez más necesitada de los maestros, los señores de la educación. Es perentorio una mayor y mejor educación en Humanidades y en Ciencias. Es necesario también elevar más el nivel científico de la Sociedad civil para evitar su fácil manipulación, el nadar entre dos aguas que parece ser el deporte de las naciones.
En resumen, los comportamientos globales exigen tratamientos globales. Desde esta tribuna académica se propone la formación científica generalizada, con la libertad que sólo los medios adecuados posibilitan y con cada vez mayor consideración social. La cultura científica nos hace libres, pero no automáticamente responsables. A las autoridades, en general, y a las académicas, en particular, les solicito en nombre de esta Academia de Ciencias, no sólo que exijan calidad, sino que se suministren las facilidades materiales para realizar una rigurosa docencia y una investigación solidaria con un mundo sostenible. En esto creo que consiste el respeto por la verdadera “libertad de Cátedra” y la auténtica “responsabilidad” de los investigadores. Las evaluaciones deben recaer en las instituciones, más bien que en quienes las sufren.
He pretendido expresar una opinión, aunque demasiado vehementemente, con el único objetivo de que nuestra hermosa “nave Tierra” pueda continuar el rumbo de manera sostenible, es decir, físicamente estacionaria.